Se trata de un bed & breakfast. Sólo se puede encontrar eso. Cama y desayuno. La habitación para dos adultos y dos niños tenía el espacio justo para pasar 4 ó 5 días. El aseo es muy pequeño, en realidad es una cabina prefabricada que recuerda a los aseos que hay en los camarotes de los cruceros, en la que dispones de lo esencial en muy poco espacio, al menos el agua estaba bien caliente. Las camas se encontraban en buenas condiciones y eran cómodas y a pesar de encontrarnos en el exterior con temperaturas por debajo de 10 grados centígrados, no pasamos frio en la habitación. El desayuno que estaba dispuesto todas las mañanas estaba decentemente surtido, con frutas, cereales, yogur, bebidas calientes, zumos, queso y tostadas que te servían recién hechas. A parte y sin coste adicional te proponían tomar el english breakfast completo sin coste adicional.
El personal es muy atento y amable. Se encuentra junto a la estación de ferrocarril y metro de Paddintong, eso es bueno por que tienes cerca los medios de transporte público. Lo malo es que mientras circulan los trenes y metros, en las habitaciones del piso bajo retumba el paso de cada uno de ellos coincidiendo con las horas de acostarse y despertarse cada día.